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¡Hola flamencas mías!
Hoy os traigo mi rutina facial de mañana, por supuesto no soy una experta en cosméticos ni en belleza, así que todo lo que utilizo es por lo que he ido aprendiendo yo sola y lo que a mí me va bien. Ya sabéis que cada piel es un mundo, y está claro que lo que nos va bien a unas, puede ir fatal en otro tipo de pieles. Mi piel es mixta, por lo que los productos que utilizo van a estar pensados para ese tipo de piel.
Hola flamencas!!!! Por fin tengo el ordenador arreglado y a partir de ahora vuelvo al blog, espero poder publicar de forma más frecuente, que he tenido esto muy abandonado.
Hoy vengo a hablaros de una crema de Lush.
Creo que me estoy volviendo adicta a Lush, sus cremas, champús, geles, mascarillas… todo me encanta!! ¿Os pasa a alguna más? Me gusta mucho su política de comercio justo, no testar en animales y sus productos con ingredientes naturales, que encima funcionan mejor que muchos otros. ¿Qué más podemos pedir?
Yo tengo la piel mixta y se me hacen muchos brillos en la zona T, y además, algunas cremas me sacan granitos enseguida.
Por lo que hace unos meses, en el Lush de Plenilunio pregunté por una crema facial matificante y me dieron a probar magical moringa, además de llevarme una muestra. Ya en la tienda flipé, porque mi mano (que es donde me lo aplicaron) estaba súper matificada a la vista, pero al tocarlo notaba la hidratación, como aceitosa. La verdad que me resultó muy curioso.
No es la primera vez que me tiño en casa, hace unos años que empecé a jugar con los tintes para hacerte mechas, luego llegaron las californianas y ahora ya me he pasado al tinte completo (aclaremos que no ha sido idea mía, ha sido de unos indeseables habitantes blancos de mi cabello que han hecho su aparición).
Pero algunos os preguntareis porque me atrevo yo sola en casa cuando es tan cómodo ir a la peluquería a que te lo hagan y tu mientras te relajas, lees una revista o te grabas en vídeo. Pues digamos que las peluquerías y yo… no nos llevamos bien. ellas no me dan lo que yo quiero (he probado muchas creedme) y además yo no aporto cotilleos ni entro en conversaciones de barrio. Además, siento que pierdo el tiempo allí, nunca estoy menos de dos horas cuando quiero teñirme y eso si no hay jaleo. Así que decidí hacerlo en casa y, puesto que el resultado no me decepcionó, (no tuve que salir con gorro después) así seguimos.
Flamenco y Piña 